Capitulo 3. ¿Mi presente en el pasado?

Lily me llevaba de la mano a través del laberinto y me explicaba algunas de las cosas sobre una misión que tenía que cumplir, en realidad no entendía mucho pero trataba de poner atención a cada una de sus palabras pues al parecer todo dependía de mi.

_ Prue, el fantasma que cargabas acerca de la muerte de Melisa y de tu madre ha desaparecido, ahora también tienes que dejarme ir y necesito que comprendas algunas cosas antes de que me valla – sabia que se acercaba el momento en que Lily se marchara pero me sentía tan cómoda con ella que empecé a resistirme a que continuara

_ No puedo Lily, quédate un poco mas conmigo – le dije mirándole a los ojos

_ No estás entendiendo nada Prue, tienes que darte cuenta, si no continuas con tu destino todo lo que has aprendido de nada servirá y todo habrá terminado sin siquiera comenzar.

Después de que Lily dijo esto comprendí que todos dependían de mi, pero también sabía que no podría seguir sola que tenía que salir de aquí lo antes posible y buscar ayuda, no solo de mis hermanas sino también de aquellos humanos que tenían un poder dormido, comenzar con la iniciación de cada uno de ellos y hacer crecer otra vez la comarca para que fuera lo que fue hace ya un milenio, la pregunta era como hacerlo yo sola.

_ Está bien Lily, comprendo; dime ¿qué debo de hacer?

_ Muy bien, gracias al hechizo de Melisa, una vez que salgas de este laberinto olvidaras tu vida pasada, solo habrás de recordar tus aprendizajes y tu vida presente. Eso no significa que siempre quedara en el olvido, llegara el momento en que todo vuelva a surgir cuando ese momento llegue tendrás que ser fuerte y tendrás que tomar decisiones que tal vez no sea bueno para ti como individuo pero que será lo mejor para todos como uno solo, ¿entiendes? – Tan solo asentí y Lily continuo – así que solo tienes que seguir tus propios instintos.

Esto me dejo con aun más dudas que antes, pero tenía que continuar escuchando.

_ ¿Quién eres Lily? – ella me miro como si no entendiera  mi pregunta y antes de que dijera nada la corte – Me refiero a… ¿Quién eres en realidad? – Lily dudo un poco antes de contestar o tal vez estaba pensando en cómo contestar

_ Creo que debí de haberte dicho eso desde un principio, lo siento Prue – y comenzó a reírse y no tarde en imitarla – me disculpo nuevamente por eso es que lo que vine a hacer es tan importante que me olvide de las presentaciones adecuadas – y empezó a reír nuevamente, una vez repuesta continuo con su casi presentación – Mi nombre es Lilyan Hegel era tu mejor amiga en tu vida pasada pero algo no andaba bien, tenía una enfermedad de la sangre o algo así y cuando los médicos de entonces lo detectaron ya era demasiado tarde; era una humana cualquiera pero tú me brindaste tu amistad, gracias a ti pase los últimos días de mi vida lo más feliz que pude haber pasado la eternidad ahora me han enviado junto a ti para ayudarte como tú me ayudaste en el pasado.

Entonces recordé el rostro de Lily, claro que en esa época tan solo éramos unas niñas de unos 10 años, y recordé el día en que la conocí. Fue en el colegio, mi primer día de clases había llegado y no me sentía muy segura, era demasiado tímida y nueva en la ciudad así que ese día al llegar al salón de clases me senté en el último pupitre, de la fila que se pegaba hacia la pared. Nadie se había percatado de la niña nueva al fondo del salón, ni siquiera la maestra hasta que empezó a pasar asistencia.

_ Prudence Hamills – todos miraban con cara incrédula y se escucharon murmuros pues nadie sabía quién era y unas tímidas risas me decían que tal vez creían que la maestra se había equivocado. La maestra los silencio a todos –¡¡¡Niños, silencio!!! Prudence Hamills – no tuve otro remedio que ponerme de pie y todos se quedaron en silencio.

_ Mi nombre es Prudence Hamills pero mis amigos me dicen Prue – trate de decirles a todos en el tono más agradable que pude pero al parecer a nadie les caía bien, ni siquiera a la maestra

_ Muy bien Prudence, pasa al frente por favor. – Camine hasta estar al frente de la clase – ahora preséntate como es debido señorita – estaba molesta porque le hice que se retrasara

_ Mi nombre es Prudence Hamills, llegue a vivir aquí con mis padres desde Dallas porque a mi padre lo transfirieron. Tengo 10 años – la profesora me interrumpió.

_ Es suficiente Prudence, solo te dije que te presentaras no que nos contaras tu vida entera – el color se me subió al rostro, estaba enfadada por haberme humillado delante de la clase, que clase de maestra era esta – ve a tu asiento.

Mientras me dirigía a mi asiento asignado una niña me detuvo

_ No te preocupes, así es siempre ojala encontrara el amor para que deje de estar amargada. Mi nombre es Lilyan, mis amigos me dicen Lily – me extendió la mano y la tome sin pensarlo – mucho gusto Prue.

_ El gusto es mío Lily – la maestra nos grito

_ ¡¡Señoritas!! Pueden continuar con su charla fuera del salón – todos los niños del salón se reían de nosotras y Lily como si nada se levanto de su asiento y me tomo de la mano

_ Vamos Prue, hagámosle caso a la señorita Williams o nos ira aun peor – Lily me saco del salón y caminamos al patio de enfrente donde se encontraba una gran biblioteca. Así fue como Lily y yo nos habíamos conocido. Empecé a recordar muchas otras anécdotas de nuestra infancia pero Lily continuaba explicándome algunas cosas.

_ Prue, ¿estas escuchando?

_ La verdad es que escuche solo la mitad de lo que has dicho, hermana – acepte avergonzada

_ Estabas recordando, ¿no es así? – solo asentí – Que voy a hacer contigo, tan despistada como siempre, ya tendremos tiempo de recordar, cuando la guerra termine y la nueva era comience – no supe con exactitud a que se refería pero estaba segura que cumpliría con su palabra. – Ha llegado el final del recorrido para mi, desde aquí tendrás que continuar sola, no tengas miedo, ya verás que todo irá bien.

_ ¿Tú no me acompañaras?

_ Como Uzziel he cumplido mi misión, siempre te acompañare en tu corazón, lo que encontraras más adelante será difícil de superar pero yo se que podrás hacerlo por todos aquellos que te aman y que están esperando por ti. Anda Prue… date prisa – al decir esto se desvaneció en un humo azul con estrellas. Cuan hermosa hubiera sido si tan solo la Leucemia no le hubiera ganado, pero se ahora que donde quiera que estaba ahora se encontraba feliz y llena de paz.

Al seguir mi camino por el laberinto, todo lo que había detrás había desaparecido por lo mismo no podía dar marcha atrás o caería en un abismo, tenía que continuar y así lo hice. Empecé a caminar como tanteando el terreno no sabía que encontrar hasta que la imagen de una chica como de 17 años apareció en frente de mi, era yo… ¿Cómo era posible?