Éramos buenos amigos.
Corrimos hasta
la cafetería más cercana, tenía la firme intención de saltarnos la siguiente
clase pero eso equivaldría a dar todo por perdido antes de empezar.
Para que Arumi
se lograra tranquilizar caminamos lentamente hacia el salón ya que estaba como histérica
por oír como le había hablado a Sophy.
-¿Cómo te atreviste
a hacer eso? Es Sophy de la que estamos hablando y créeme que no es de las que
se quedan sentadas sin hacer o decir nada, se va a vengar y nos va a salir muy
caro todo esto.- gritaba Arumi como poseída
-¡Quieres
tranquilizarte por favor! – yo también estaba alterada pero no podía darme el
lujo de que las chicas lo notaran. Vivian y Azur estaban como si nada hubiera
pasado pero podían ver la desesperación en el rostro de Arumi y no quería que
ella pasara por lo mismo que pase yo cuando era el juguete de las “plásticas”;
de tan solo pensarlo me daban escalofríos.
-Creo que vamos
a llegar tarde a la siguiente clase, ¿estás segura que aun quieres entrar? –
Azur se dio media vuelta y me hablaba mientras caminaba hacia atrás.
-Tú sabes tan
bien como yo que debemos hacerlo, si no esa bofetada no habrá valido de nada y
seria nuestra ruina
-Dirás TU ruina –
dijo Vivian sin siquiera voltear
-La de todas,
las cuatro estábamos allí y ahora no podemos dar marcha atrás – esa era Arumi. No
podía creerlo, me detuve en seco, aunque seguía caminando junto a mí con la
cabeza gacha sonaba en su voz una determinación que me hizo estremecer.
Cuando llegamos
al salón, la clase ya había comenzado, nos quedamos mirando la puerta cerrada
sin saber quién iba a tocar. Arumi se abrió paso entre nosotras, con un gran
suspiro toco la puerta.
-Adelante – el
joven que estaba parado frente a todo el salón era muy apuesto, lo había visto
en algún lado pero no lograba saber en dónde, busque con la vista al profesor
hasta que me detuve en la persona mayor que estaba recargado en la pared de atrás
del salón. –Señoritas, es la última vez que llegan tarde a mi clase, la próxima
vez no les será tan fácil que las deje pasar
Las cuatro
asentimos en silencio y los murmullos no se hicieron esperar pero duraron muy
poco pues el profesor Enrique, eso decía en el pizarrón, los silencio a todos.
Sophy me miraba con odio desde su nuevo lugar.
-Puedes continuar
por favor – le dijo al chico al frente del salón
Nunca había prestado
atención a los chicos, en especial a los de mi salón, si pretendía salir con
alguien mejor que fuera alguien que no tuviera que estar viendo durante las
horas de clase. Pero este chico en particular, sabía que lo había visto en algún
lugar pero no recordaba en donde.
-Mi nombre es
Lucas, me gustan los deportes y soy bueno en todas las asignaturas, en especial
Literatura y Matemáticas
¡¡Oh no!! Presentaciones
no por favor
-Muy bien, eso
es todo. Espero que la próxima vez ponga más atención a las clases – al parecer
era lo último de su presentación, me había perdido todo lo que ese chico había dicho
Lucas, Lucas, su
nombre es Lucas. Como podía haberme olvidado de él, había cambiado tanto
durante estos dos últimos años que no lo había reconocido, pero seguro él
tampoco me había notado, no después del cambio de estilo.
****
Flashback
-Eres un tonto Lucas y te apuesto lo que quieras a que
terminaras siendo novio de alguna de ellas.
-Es que parece que no me conoces, tú crees que soy tan
superficial como el resto del equipo de futbol, pero no me interesa ninguna de
ellas.
Un par de días después de esa discusión Lucas no volvió
al colegio, al principio pensé que solo estaría enfermo pero cuando acudí a su
casa y me asome por el enorme ventanal, esta estaba totalmente vacía. No lo podía
creer, se había ido sin decir ni una palabra, sin decirme adiós.
Corrí a casa de Cesar, uno de nuestros mejores amigos,
pero él no quiso decirme nada. Sabía que algo me ocultaba pero no sabía por qué
lo hacía.
-Por favor Cesar, dime qué pasa, dime si Lucas está
bien – le suplicaba con los ojos llorosos
-Lo siento Lía pero no puedo decirte nada, se lo he
prometido. - Y sin más cerró la puerta de su casa en mis narices
Al principio creí que era un tipo de broma planeada
por aquellos dos pero no podía explicarme lo de la casa completamente vacía. Me
martirice durante meses pensando que había sido mi culpa. Después me di por
vencida y decidí olvidarme de ambos y seguir con mi vida
Fin del Flashback
****
Lucas caminaba a
su asiento, uno muy alejado de la entrada y del resto, tal vez era el último
lugar que había quedado desocupado o tal vez no. Al pasar por mi lugar deposito
una pequeña nota en mi escritorio. Lucas compartía el lugar con Cesar un buen
amigo de ambos aunque yo me había alejado de él cuando no quiso decirme lo que había
pasado con Lucas hace dos años; Cesar me miraba fijamente con una luz extraña
en los ojos yo solo desvié la vista
hacia la nota.
“Te volviste una
de ellas”
Arumi me codeo
pero no podía dejar de mirar esas palabras.
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